Hemos comenzado un nuevo año y con él los nuevos propósitos, ir al gimnasio, aprender inglés, comer más sano, sacar tiempo para nuestros hobbies…
Pero este año me he propuesto empezar por disfrutar de cosas pequeñas como:
dormir sin despertador,
quedarme debajo de la ducha 5 minutos más de los habitual,
comer un bocadillo con mucha nocilla,
tomar una taza de café recién hecho con vainilla,
ver una película antigua con un bol de palomitas y una manta,
enviar una mensaje bonito a un amigo,
hacer galletas de mantequilla, bailar en la cocina,
tomar una cañita en una terraza en buena compañía,
escuchar una canción que me gusta 23 veces,
disfrutar de los paseos en bici,
comprar flores para el despacho,
reírme de cualquier cosa,
darme un capricho de vez en cuando y estrenar unos zapatos,
dar abrazos y besos ¡son gratis!,
saltar en la cama,
respirar aire puro,
mojar pan en el huevo frito,
preparar un picnic,
cantar a grito “pelao”,
volver a ver “Amelie”,
tomar una copa de vino al día,
ver fotos antiguas,
ver atardecer,
los planes inesperados,
caminar bajo la lluvia,
releer ese libro que tanto me gusto,
caminar descalza en la playa,
recibir un beso inesperado,
contemplar la luna llena en una noche despejada,
hablar horas por teléfono con un amigo,
el olor a ropa limpia,
soñar despierta,
aprender algo que no se,
las cosquillas en la espalda,
escuchar el sonido del mar,
curiosear en una librería,
retomar el contacto con alguien,
las conversaciones sin sentido,
pintarme los labios de rojo,
hacer fotos…
Con el ritmo de vida que llevamos de prisas, estrés, proyectos, responsabilidades… son las pequeñas cosas las que pueden hacer que un día normal se convierta en un ¡GRAN DIA! Haz tu propia lista de cosas que te hacen feliz y llévalas a cabo.
La Clave: Las cosas simples son las más extraordinarias, y solo los sabios consiguen verlas. Paulo Coelho. El Alquimista
