Junio es el disparate de final de colegio y principio de verano. Julio está en medio, es el calor y el principio de la temporada de piscinas. Agosto es un mes excelente para visitar Madrid: poco tráfico, buen aparcamiento y zonas poco concurridas. Visitar Madrid en agosto invita a reinventarse, a defenderse del calor y a visitar lugares que resisten.
Resiste la Casa Museo de Joaquín Sorolla. Un espectáculo hacía el interior rodeado de edificios señoriales y avenidas sonoras. Un remanso de paz, cuando la paz es lo que se busca.Un jardín recibe el visitante y lo mece en sintonía con el rumor del agua de las fuentes hasta la entrada de la misma residencia. Parterres de sombra y de veladores ideales para la lectura y para el descanso. Un recuerdo de antaño que llega hasta un presente mucho más necesitado de remanso y de lectura.
Dentro, la majestuosidad de las pinturas y la altura de techos. Un breve, pero intenso, recorrido por la obra de Joaquín Sorolla y Bastida lleno de luminosidad y costumbrismo. Un paseo por el mar y la elegancia y por los anhelos de final y principio de siglo. Un imprescindible. Un lugar en el tiempo. Una visita obligada.
|
|
|
|
|
|
 |
Y resisten también lugares como la Casa de Méjico en Madrid, una ventana abierta a la cultura mexicana. Un palacete de principio del siglo XX situado en el Madrid de los Bulevares nos abre sus puertas para mostrarnos trocitos de allá a través de un puente mágico de intercambio de experiencias entre ambos países. En sus cuatro plantas, podemos encontrar la librería del Fondo de Cultura Económica “Martín Luis Guzmán”, un auditorio, una tienda especializada en arte popular, salas de exposiciones, una colección permanente de arte mexicano, espacio para talleres comunitarios, un aula gastronómica y el restaurante mexicano Puntarena. Una auténtica delicia para los sentidos.
En estos momentos, se puede disfrutar de la exposición sobre el autor Francisco Toledo, la muestra monográfica más completa en España del artista desde el año 2000. En la muestra se desdibujan las fronteras entre arte, diseño y artesanía. La exposición reúne quince obras del artista, principalmente de su etapa temprana. Destacan tres autorretratos, elaborados en distintos formatos y técnicas, así como un tapiz de 1975.
|
|
|
|
 |
June is the nonsense of the end of school and the beginning of summer. July is in the middle, it is the heat and the beginning of the pool season. August is an excellent month to visit Madrid: little traffic, good parking and little crowded areas. Visiting Madrid in August invites you to reinvent yourself, to defend yourself from the heat and to visit places that resist.
The House Museum of Joaquín Sorolla resists. A show made inside surrounded by stately buildings and sonorous avenues. A haven of peace, when peace is what you are looking for. A garden welcomes the visitor and rocks him in tune with the murmur of the water from the fountains up to the entrance of the same residence. Shade beds and bedside tables ideal for reading and relaxing. A memory of yesteryear that reaches a present much more in need of backwater and reading.
Inside, the majesty of the paintings and the height of the ceilings. A brief, but intense, journey through the work of Joaquín Sorolla y Bastida full of luminosity and manners. A walk through the sea and elegance and the yearnings of the end and beginning of the century. An essential. A place in time. A must see.
And places like the Casa de México in Madrid, a window open to Mexican culture, also resist. A mansion from the beginning of the 20th century located in Madrid de los Bulevares opens its doors to show us bits of there through a magical bridge for the exchange of experiences between both countries. In its four floors, we can find the library of the Economic Culture Fund "Martín Luis Guzmán", an auditorium, a store specialized in popular art, exhibition rooms, a permanent collection of Mexican art, space for community workshops, a gastronomic classroom and the Puntarena Mexican restaurant. A true delight for the senses.
At this time, you can enjoy the exhibition on the author Francisco Toledo, the most complete monographic exhibition of the artist in Spain since 2000. In the exhibition the borders between art, design and crafts are blurred. The exhibition brings together fifteen works by the artist, mainly from his early stage. Three self-portraits stand out, made in different formats and techniques, as well as a tapestry from 1975.
