Viajar al sur es siempre reconfortante. La provincia de Jaen, quizá la gran desconocida de Andalucía, ofrece una diversidad tan amplia de planes y de posibilidades que nos sorprende nada más internarnos en sus campos de mar de frondosos olivos y en las calles de historia y de elegancia de sus pueblos y ciudades.
Decidimos comenzar nuestro viaje por Baeza. Sus calles y sus edificios ofrecen un maravilloso viaje por la historia. Palacios, iglesias y una imponente catedral conforman un entramado de opciones tan variopinta que a uno le cuesta asimilar tal cantidad de sensaciones, olores y colores. Merece la pena internarse sin rumbo aparente por sus calles y descubrirla por uno mismo. Sin, por supuesto, dejar de visitar el instituto donde pasó parte de su vida laboral Antonio Machado, insigne escritor que está presente en todos y cada uno de los rincones de la localidad. Nadie debería abandonar Baeza sin comprar, al menos, una botella de su apreciado oro líquido, el maravilloso aceite baezano.
La Casona del Arco, uno de los más apreciados hoteles de la localidad, ofrece grandes posibilidades para el alojamiento por su inmejorable localización y belleza.
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Falda: Sfera Gafas: Oliva |
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Continuamos nuestro viaje y visitamos la capital de la provincia, la bulliciosa y ajetreada Jaen, ciudad de contrastes y de grandes cuestas, en la que hay que admirar su catedral y su Parador Nacional, sito en el Castillo de Santa Catalina, con una de las vistas más impresionantes de la provincia. Aunque Jaen es una ciudad con una cantidad ingente de placitas llenas de terrazas donde degustar los maravillosos platos de su gastronomía.
Fue una agradable sorpresa descubrir El Palacio de Mengíbar, un hotel acogedor situado en la coqueta plaza del Ayuntamiento de esta pequeña población jienense.
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Traveling south is always comforting. The province of Jaen, perhaps the great unknown in Andalusia, offers such a wide diversity of plans and possibilities that it surprises us as soon as we enter its fields of sea of leafy olive trees and the streets of history and elegance of its towns and cities. .
We decided to start our trip through Baeza. Its streets and buildings offer a wonderful journey through history. Palaces, churches and an imposing cathedral make up a network of options so varied that it is difficult for one to assimilate such a number of sensations, smells and colors. It is worth wandering aimlessly through its streets and discovering it for yourself. Without, of course, stopping to visit the institute where Antonio Machado spent part of his working life, a distinguished writer who is present in each and every one of the corners of the town. No one should leave Baeza without buying at least one bottle of its prized liquid gold, the marvelous Baeza oil.
La Casona del Arco, one of the most appreciated hotels in the town, offers great possibilities for accommodation due to its unbeatable location and beauty.
We continue our journey and visit the capital of the province, the bustling and busy Jaen, a city of contrasts and steep slopes, where you have to admire its cathedral and its Parador Nacional, located in the Castillo de Santa Catalina, with one of the most impressive views of the province. Although Jaen is a city with a huge number of small squares full of terraces where you can taste the wonderful dishes of its cuisine.
It was a pleasant surprise to discover El Palacio de Mengíbar, a cozy hotel located in the charming Town Hall square of this small town in Jaén.
