Madrid es una ciudad de barrio. Una ciudad de pequeños puntos y aparte que merece la pena recorrer. Y uno de los más singulares y modernos es el Barrio de las Letras, sin duda, uno de mis favoritos.
Hace unos días recorrí sus calles de nuevo y pude comprobar el trasiego de turistas y lugareños que, bajo el maravilloso sol madrileño, intentaban descubrir sus secretos, sus recoletas plazas y sus innumerables rincones, todos y cada uno de ellos, lugares dignos de visitar.
Porque el Barrio de las Letras es un destino en sí mismo, dentro de un majestuoso destino. Un destino con un tempo especial que hay que respetar. Hay que perderse en él, recorrerlo sin prisa, sin agobio y con los ojos muy abiertos. Estoy segura que nunca os va a defraudar.
Había leído sobre una actividad de puertas abiertas en la que los establecimientos comerciales del Barrio de las Letras abrirán sus puertas los primeros sábados de cada mes, sacando a la calle su oferta comercial, y convirtiendo al barrio en un mercado abierto y quise comprobarlo. El pequeño mercadillo, llamado el Mercado de las Ranas, es de una frescura y de una cercanía que invita a recorrerlo y a perderse entre sus innumerables puestos callejeros. Muy recomendable.
Se acercaba la hora de comer y decidimos buscar uno entre los innumerables restaurantes de la zona. En la calle del León, una de las más animadas, encontramos un local preciso y precioso que se reconvertido en un estupendo restaurante mexicano, referente en la zona y de solvencia gastronómica demostrada: La Mexcalista. Las referencias hablaban de experiencia, del sur de México, de tequilas y mezcales, de sabores y colores, de cultura y calidez. Y de todo eso hay un poco. Y os añadiría sentido. Los sueños con sentido no es necesario explicarlos. Vivirlos sí. Un acierto.
Para finalizar la tarde, escogimos un local delicioso en la misma calle donde degustar un espléndido café y una deliciosa tarta de queso. El Brown Bear Bakery, es una simpática panadería y pastelería artesana ubicada en un delicioso local, antiguamente una charcutería, en la que se han conservado el suelo, los mármoles, y la fachada original. Su ambiente familiar y relajado invita a charlar y a demorarse en la conversación. Un sitio ideal para terminar el recorrido por el barrio.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Madrid is a neighborhood city. A city of small points and apart that is worth visiting. And one of the most unique and modern is the Barrio de las Letras, without a doubt, one of my favorites.
A few days ago I walked its streets again and I was able to see the flow of tourists and locals who, under the wonderful Madrid sun, tried to discover its secrets, its secluded squares and its innumerable corners, each and every one of them, places worth visiting.
Because the Barrio de las Letras is a destination in itself, within a majestic destination. A destination with a special tempo that must be respected. You have to get lost in it, go through it slowly, without being overwhelmed and with your eyes wide open. I am sure it will never disappoint you.
I had read about an open-door activity in which the commercial establishments of the Barrio de las Letras will open their doors on the first Saturday of each month, bringing their commercial offer to the streets, and turning the neighborhood into an open market, and I wanted to check it out. The small market, called Mercado de las Ranas, is fresh and close that invites you to explore it and get lost among its innumerable street stalls. Highly recommended.
Lunch time was approaching and we decided to look for one among the innumerable restaurants in the area. On Calle del León, one of the liveliest, we find a precise and beautiful place that has been converted into a wonderful Mexican restaurant, a benchmark in the area and of proven gastronomic solvency: La Mexcalista. The references spoke of experience, of the south of Mexico, of tequilas and mezcals, of flavors and colors, of culture and warmth. And there is a bit of all that. And it would add meaning to you. Dreams with meaning do not need to be explained. Live them yes. A success.
To end the afternoon, we chose a delicious place on the same street where we could taste a splendid coffee and a delicious cheesecake. The Brown Bear Bakery is a nice artisan bakery and pastry shop located in a delicious premises, formerly a delicatessen, in which the floor, the marble, and the original façade have been preserved. Its familiar and relaxed atmosphere invites you to chat and linger in the conversation. An ideal place to end the tour of the neighborhood.
