ARCO, una de las palabras más utilizadas esta última semana, lo hemos leído en prensa escrita, en internet y escuchado radio. El tema de la última semana ha sido la Feria Internacional del Arte Contemporáneo. Y dentro de mí ignorancia sobre el arte contemporáneo me hago una pregunta ¿Qué tiene ARCO que no tengan otras ferias? ¿Por qué es tan importante esta feria y tiene tanta repercusión, si está dirigida a un sector minoritario y con un alto nivel adquisitivo? ¿Somos unos incultos los que no entendemos que una persiana con un asa tirada en el suelo pueda llegar a considerarse como una obra de arte y pueda llegar a estar valorada en miles de euros?
De ARCO hemos oído que esta edición ha sido muy conservadora, sin riesgos, políticamente correcta. Lo que en principio no tiene porque suponer un problema, para los entendidos, la feria necesita de piezas extravagantes que la animen. Si el arte es algo que provoca sensaciones ¿Por qué hay que buscar lo extravagante sin sentido? entonces ¿La feria es solo una búsqueda de portadas y de noticias? ¿El arte no debería estar por encima eso?
Dicen que lo más visitado y fotografiado en la feria ha sido un striptease de una bailarina en una barra, imagino que en el mundo del arte esto será lo más in, lo único que puedo decir ante esto, es que me proclamo como una ¡auténtica inculta del arte contemporáneo!
Y qué decir de la reducción del IVA del 21% al 10%, eso sí, exclusivamente a las importaciones de objetos de arte, antigüedades y objetos de colección, siempre que se realicen por sus autores o por empresarios o profesionales distintos a los revendedores a que se refiere el art 136 de la Ley… pero ¿Qué es esto? ¿El cine, el teatro, los conciertos, la música no se consideran arte? Quizás han pensado que con esa reducción del IVA se acaban los problemas de la industria de la cultura, y quizás lleven razón, es posible que las personas que hayan adquirido una obra de arte al 10%, con el dinero que se han ahorrado vayan al cine de su barrio, que hasta hace unos días estaba cerrado porque al empresario no le salían la cuentas y que han reabierto los trabajadores, los cuales han invertido hasta su último céntimo de euro ahorrado para tener un trabajo digno y un sueldo a final de mes.
Volviendo a ARCO pienso, que es una feria necesaria y una buena plataforma para el arte contemporáneo pero no más importante que otras cientos de ferias que se realizan en España y que debemos darle la importancia que tiene, una feria más.
La Clave: Un país sin cultura es un país sin identidad.